¿Y si en vez de buscar la felicidad reducimos la infelicidad?
¿Y si en vez de esperar que nos vaya bien dejamos de tratarnos mal?
¿Y si todo se resolviera con ideas más claras?
Vivir bien es un acto de valentía.
Si no decidimos vivir, nadie nos resolverá lo que no queremos resolver.
Si decidimos vivir, los libros empiezan a tener sentido.
Podemos empezar ahora.
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